Llegó la calma a las playas, por fin se acabaron las diarias migraciones de la población del asfalto, hacia las doradas arenas de nuestras playas.Aunque no hemos estado, podemos deducir de su paso por ellas por los restos que nos encontramos en nuestro paseo desde la furgoneta al agua, cuando el sol comienza a despuntar en el horizonte. Latas, plásticos, colillas y cascaras de variopintos frutos descansan en paz semi enterradas en la fría arena del amanecer.
Pronto, con los primeros temporales, el mar se encargará de la limpieza, que nosotros no somos capaces de realizar, y el círculo se cerrará y todo volverá a comenzar.Solo los surfers pisarán la invernal arena de las playas, para seguir jugando entre las espumas que el mar nos envía.
Algunos clásicos pisaron de nuevo la playa, para recordar tiempos pasados, que como siempre, no tenían porqué ser mejores.
Las aves vuelven a acercarse a la costa, deleitándonos con su imagen.
Los clásicos pasean sobre las olas como antaño.
El público asistente se sorprende del espectáculo.
Pronto estarán aquí las grandes marejadas del invierno. Llegó nuestro momento...
1 comentario:
Vaaale, algo ya veo que salió!! Bien, bien!! Yo espero eso que dices de que ya están al venir las buenas y grandes marejadas del invierno!
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